Después de casi tres años juntos, mi pareja y yo rompimos, estoy preparando la mudanza. Desde que le dije que quería romper, he estado llorando. A veces siento que en la relación desempeñaba más el papel de novio.

A esta edad siempre he pensado que ganar dinero y avanzar es el objetivo principal, él es diferente, él cree que no me importan sus sentimientos, a veces hemos discutido, peleado o estado en silencio por estas cosas.

Después me cansé, siento que no puedo cuidar sus sentimientos y propuse una ruptura, pero él no estuvo de acuerdo. Así pasamos otro año, él se siente mal y yo también, pero siempre dice que hemos estado en esta relación tanto tiempo que solo necesitamos adaptarnos y todo estará bien. Pero yo creo que no es así, yo estoy avanzando y él se queda estancado, incluso retrocede. Mi inseguridad se vuelve cada vez más grave; la inseguridad de una persona no se puede resolver solo con consuelo. A veces le he dado sugerencias, pero él sigue queriendo profundizar en su zona de confort. No sé si la gente siempre piensa que puede levantarse, sin considerar el entorno.

Las separaciones anteriores se pueden considerar como peleas menores, siempre me ablandaba y volvía, pero me di cuenta de que siempre discutíamos por estas cosas. Sin embargo, ya no somos tan jóvenes, y no quiero casarme, así que tampoco quiero hacerle perder el tiempo. Para mí, el amor no es lo primordial.

Nuevo comienzo en un nuevo entorno