# El sueño de $9.2B en disco duro que se convirtió en un Token Cripto

La historia de James Howells es básicamente el desastre de e-waste más caro de la historia. En 2009, este ingeniero informático galés estaba minando Bitcoin en una laptop Dell cuando su novia se quejó del ruido. Avancemos hasta 2013: después de un accidente con limonada y algunas malas comunicaciones con su ex, accidentalmente arrojó un disco duro que contenía 8,000 BTC en el vertedero de Newport.

Doce años de batallas legales: Howells continuó solicitando al consejo local que le permitiera excavar. Ellos seguían diciendo que no—preocupaciones ambientales, costos que podrían alcanzar millones de libras, y, honestamente, el disco duro probablemente ya se ha descompuesto de todos modos. Incluso ofreció donar el 25% de las monedas recuperadas a los residentes ( aproximadamente £175 cada uno ). El consejo aún no estaba interesado. Para agosto de 2022, había mejorado su plan para incluir robots de IA y perros robot de Boston Dynamics. Presupuesto: £10-11 millones. Aún rechazado.

Después de que el tribunal fallara en su contra en enero de 2025 por £495 millones, Howells renunció al sueño de la excavación. ¿En su lugar? Está lanzando **Ceiniog Coins (INI)** — un nuevo token anclado a esos inaccesibles 8,000 bitcoins. 800 mil millones de tokens INI, cada uno representando 1 satoshi del tesoro perdido. Construido sobre Bitcoin con integración de Stacks/Runes/Ordinals.

Su mensaje al consejo: *"Pueden bloquear las puertas, controlar los tribunales, pero no pueden detener la blockchain. Cripto ha ganado."*

¿La trampa? Sin recuperar ese disco duro, INI esencialmente no tiene respaldo. Es un Token apostando por algo que probablemente no se pueda recuperar. ¿Marketing brillante o desesperación financiera? Tú decides.