La operación de Linea es interesante: han dado un nuevo giro al mecanismo de quema.

Desde el día del lanzamiento del token el 11 de septiembre, esta red Layer2 de Ethereum ha utilizado todas las tarifas de transacción para un mecanismo de quema de doble vía: una quinta parte quema ETH directamente, y el resto, cuatro quintas partes, se convierte en tokens LINEA y se quema en la red principal.

Con este conjunto de medidas, se logra que tanto ETH como LINEA entren simultáneamente en un estado de deflación. Las tarifas no se retienen, se envían todas al mecanismo de quema, lo que lleva el modelo deflacionario a su máxima expresión. Para los poseedores de monedas, cada transacción en la cadena está reduciendo la cantidad de monedas que tienen en sus manos; teóricamente, cuanto menor sea la oferta, más escasos serán los activos.

Sin embargo, cuánto tiempo podrá mantenerse esta quema radical dependerá de si la actividad en la cadena puede seguir el ritmo. Después de todo, los ingresos por tarifas de transacción son el requisito previo para la quema, y sin volumen de transacciones, solo sería un autoelogio.