El mercado siempre es más loco de lo que imaginas.
Un inversor grande, ganó catorce veces consecutivas, con una cuenta con 15.83 millones de dólares en beneficios. Esta tasa de victorias consecutivas, ni siquiera la gente cree que sea posible. Pero en la quinceava operación, apostó todo a lo grande y perdió 44.67 millones — no solo devolvió todas las ganancias, sino que también perdió los 28.76 millones de capital inicial.
Lo más doloroso es que hace solo tres horas cerró posición, y el saldo de la cuenta era de 140 dólares.
La confianza que se construye con catorce victorias consecutivas, a menudo se derrumba en la quinceava y se lleva todo. El operar con apalancamiento es así, ganar muchas veces solo son números, pero perder una puede ser toda la fortuna. La operación de este pez grande nos enseña una lección a todos: no dejes que las victorias consecutivas te cieguen, el control de riesgos es más importante que las ganancias.
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AirdropBuffet
· 11-05 04:35
Todo dentro solo para divertirse, los apostadores morirán
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InscriptionGriller
· 11-05 04:35
Los inversores minoristas ganan solo la caridad que les dan las ballenas, no pueden ver que esto tarde o temprano llegará a cero
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LightningClicker
· 11-05 04:33
¿Para qué apalancarse? Mejor descansar y relajarse
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0xLostKey
· 11-05 04:32
La avaricia humana es inevitable, ¿es el "suoha"?
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ThreeHornBlasts
· 11-05 04:23
Lejos de lo esperado, este plato está en Todo dentro.
El mercado siempre es más loco de lo que imaginas.
Un inversor grande, ganó catorce veces consecutivas, con una cuenta con 15.83 millones de dólares en beneficios. Esta tasa de victorias consecutivas, ni siquiera la gente cree que sea posible. Pero en la quinceava operación, apostó todo a lo grande y perdió 44.67 millones — no solo devolvió todas las ganancias, sino que también perdió los 28.76 millones de capital inicial.
Lo más doloroso es que hace solo tres horas cerró posición, y el saldo de la cuenta era de 140 dólares.
La confianza que se construye con catorce victorias consecutivas, a menudo se derrumba en la quinceava y se lleva todo. El operar con apalancamiento es así, ganar muchas veces solo son números, pero perder una puede ser toda la fortuna. La operación de este pez grande nos enseña una lección a todos: no dejes que las victorias consecutivas te cieguen, el control de riesgos es más importante que las ganancias.