Esta noche hay una dura batalla que librar: la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA) va a publicar los datos de inventario de petróleo crudo de la nueva semana, y una vez que este número salga, es probable que los precios del petróleo, que últimamente han estado fluctuando en un rango estrecho, lleguen a una conclusión.
Hablemos de por qué estos datos son tan importantes. Los datos de inventario de la EIA son como un informe de salud del mercado del petróleo, que expone directamente el verdadero estado de la oferta y la demanda. La lógica es simple: si los inventarios son más altos de lo esperado, significa que el petróleo no se está vendiendo o que la producción es demasiado intensa, y el precio naturalmente bajará; por otro lado, si los inventarios bajan más de lo esperado, puede ser que la demanda haya explotado o que la oferta esté restringida, lo que daría al precio del petróleo la motivación para subir. Por supuesto, los veteranos saben que no se puede fijar solo en un número: las reservas estratégicas en Cushing, los cambios en los inventarios de productos refinados como la gasolina y el diésel, e incluso el volumen de importación y la tasa de operación de las refinerías, son todas partes del rompecabezas.
Ahora las expectativas del mercado están hechas un lío. La última vez que salieron los datos del API fue bastante aterrador, y muchas personas comenzaron a preocuparse por un exceso de suministro; pero mirando hacia atrás, en la semana del 24 de octubre, las reservas de la EIA se redujeron drásticamente en 6.858 millones de barriles, lo que hizo que el lado de la demanda volviera a activarse. Las señales del lado de la oferta son más confusas: OPEC+ planea aumentar ligeramente la producción a partir de diciembre, con un incremento de 137,000 barriles diarios, además de que la producción de Estados Unidos se mantiene alta, lo que realmente indica una presión de suministro a largo plazo. Sin embargo, dicho esto, en Ucrania, los ataques a los depósitos de petróleo de Rusia son frecuentes, y este tipo de eventos geopolíticos pueden hacer que el sentimiento de aversión al riesgo se dispare en cualquier momento.
En este momento, el petróleo WTI ronda los 60 dólares, mientras que el Brent está alrededor de 64 dólares, sin que ninguno de los dos lados haya obtenido ventaja. Esta noche, este conjunto de datos podría ser la última gota que colme el vaso. Se sugiere estar preparado para dos escenarios: primero, anticipar la volatilidad a corto plazo que podría surgir si los datos no coinciden con las expectativas; segundo, prestar atención a las interpretaciones y flujos de capital de las grandes instituciones tras la publicación de los datos; a veces, cómo el mercado interpreta los datos es más importante que los datos en sí. Hay oportunidades a corto plazo, pero también se deben tener en cuenta las señales a largo plazo.
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TokenomicsTinfoilHat
· hace16h
Las criptomonedas no pueden competir con la guerra entre Rusia y Ucrania.
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MetaMaximalist
· hace17h
ngmi... los primitivos del mercado todavía dominan web3
Esta noche hay una dura batalla que librar: la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA) va a publicar los datos de inventario de petróleo crudo de la nueva semana, y una vez que este número salga, es probable que los precios del petróleo, que últimamente han estado fluctuando en un rango estrecho, lleguen a una conclusión.
Hablemos de por qué estos datos son tan importantes. Los datos de inventario de la EIA son como un informe de salud del mercado del petróleo, que expone directamente el verdadero estado de la oferta y la demanda. La lógica es simple: si los inventarios son más altos de lo esperado, significa que el petróleo no se está vendiendo o que la producción es demasiado intensa, y el precio naturalmente bajará; por otro lado, si los inventarios bajan más de lo esperado, puede ser que la demanda haya explotado o que la oferta esté restringida, lo que daría al precio del petróleo la motivación para subir. Por supuesto, los veteranos saben que no se puede fijar solo en un número: las reservas estratégicas en Cushing, los cambios en los inventarios de productos refinados como la gasolina y el diésel, e incluso el volumen de importación y la tasa de operación de las refinerías, son todas partes del rompecabezas.
Ahora las expectativas del mercado están hechas un lío. La última vez que salieron los datos del API fue bastante aterrador, y muchas personas comenzaron a preocuparse por un exceso de suministro; pero mirando hacia atrás, en la semana del 24 de octubre, las reservas de la EIA se redujeron drásticamente en 6.858 millones de barriles, lo que hizo que el lado de la demanda volviera a activarse. Las señales del lado de la oferta son más confusas: OPEC+ planea aumentar ligeramente la producción a partir de diciembre, con un incremento de 137,000 barriles diarios, además de que la producción de Estados Unidos se mantiene alta, lo que realmente indica una presión de suministro a largo plazo. Sin embargo, dicho esto, en Ucrania, los ataques a los depósitos de petróleo de Rusia son frecuentes, y este tipo de eventos geopolíticos pueden hacer que el sentimiento de aversión al riesgo se dispare en cualquier momento.
En este momento, el petróleo WTI ronda los 60 dólares, mientras que el Brent está alrededor de 64 dólares, sin que ninguno de los dos lados haya obtenido ventaja. Esta noche, este conjunto de datos podría ser la última gota que colme el vaso. Se sugiere estar preparado para dos escenarios: primero, anticipar la volatilidad a corto plazo que podría surgir si los datos no coinciden con las expectativas; segundo, prestar atención a las interpretaciones y flujos de capital de las grandes instituciones tras la publicación de los datos; a veces, cómo el mercado interpreta los datos es más importante que los datos en sí. Hay oportunidades a corto plazo, pero también se deben tener en cuenta las señales a largo plazo.