Cómo Su Zhu Perdió $3 Mil Millones en 72 Horas: El Colapso que Cambió Crypto

De ser considerado un genio de las finanzas cripto a desaparecer sin dejar rastro. La historia de Su Zhu y Three Arrows Capital (3AC) es uno de los mayores fracasos en la historia de las criptomonedas.

El Ascenso

En 2012, Zhu era un simple trader en Deutsche Bank. Para 2021, controlaba el fondo de cobertura más poderoso del cripto: Three Arrows Capital con miles de millones bajo administración. Sus apuestas eran audaces, sus ganancias espectaculares. Parecía un maestro del mercado.

Pero había un problema oculto.

La Trampa del Apalancamiento Extremo

3AC no simplemente invertía. Pedía prestado a todo el mundo:

• BlockFi
• Voyager Digital
• Genesis Global Capital
• Y luego pedía prestado sobre eso mismo

La estrategia era simple pero letal: apuesta fuerte y reza para que el mercado nunca se corrija.

Zhu no arriesgaba solo su dinero. Tenía:

• Fondos de multimillonarios
• Activos de otros hedge funds
• La confianza de los OGs de cripto

Todo invertido en posiciones especulativas. Su apuesta más infame: $500 millones en LUNA, que se evaporó en 48 horas durante el crash de 2022.

El Efecto Dominó

Cuando LUNA colapsó:

• El Bitcoin se desplomó
• Las garantías desaparecieron
• Los acreedores exigían pagos
• Su Zhu desapareció del mapa

¿Por Qué Falló?

Tres razones fundamentales:

1. Cero gestión de riesgos — No había límites en las pérdidas
2. Apalancamiento extremo — Cada caída se amplificaba 10x
3. Falta de transparencia — Nadie sabía el verdadero estado de los activos

El modelo de 3AC solo funcionaba en mercados alcistas. El momento en que los precios bajaron, todo se desmoronó como un castillo de naipes.

La Lección

El colapso de Three Arrows Capital no fue solo el fracaso de un fondo. Fue un terremoto que:

• Arruinó a miles de inversores
• Erosionó la confianza en el ecosistema
• Expuso lo peligroso de la codicia sin límites

La historia de Su Zhu es clara: En cripto, el apalancamiento mata. No importa cuán genio creas que eres, ni cuánto hayas ganado antes. El mercado siempre gana al final.