La UE acaba de soltar una bomba en las negociaciones climáticas: ahora están apuntando a una reducción del 90% en carbono para 2040. Suena ambicioso, ¿verdad? Pero aquí está el giro: los expertos están llamando a esto un gran retroceso de lo que el bloque prometió originalmente.
Después de negociaciones maratónicas antes de la cumbre de la ONU en Brasil, los 27 estados miembros finalmente lograron este acuerdo. El problema es que la hoja de ruta anterior era mucho más agresiva. Entonces, ¿qué cambió? ¿Reacción política? ¿Presión económica? Probablemente ambas.
Para cualquiera que esté siguiendo las tendencias de ESG o los mercados de créditos de carbono, esto importa. Una postura más suave de la UE podría tener un efecto dominó en las finanzas climáticas globales, incluidos los proyectos de carbono tokenizados y las iniciativas de blockchain verde. Cuando las principales economías reducen sus compromisos, cambia todo el juego: flujos de inversión, marcos regulatorios, todo.
Vale la pena ver cómo se desarrolla esto en Brasil y más allá.
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SillyWhale
· hace20h
Jijiji, todo es para engañarte.
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probably_nothing_anon
· hace21h
bruh... siempre la misma historia con la ue - mucho hablar y luego retroceder fr fr
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GasWrangler
· hace21h
en realidad subóptimo desde una perspectiva matemática de rendimiento, solo están retrasando la inevitable tarifa de gas que todos pagaremos
La UE acaba de soltar una bomba en las negociaciones climáticas: ahora están apuntando a una reducción del 90% en carbono para 2040. Suena ambicioso, ¿verdad? Pero aquí está el giro: los expertos están llamando a esto un gran retroceso de lo que el bloque prometió originalmente.
Después de negociaciones maratónicas antes de la cumbre de la ONU en Brasil, los 27 estados miembros finalmente lograron este acuerdo. El problema es que la hoja de ruta anterior era mucho más agresiva. Entonces, ¿qué cambió? ¿Reacción política? ¿Presión económica? Probablemente ambas.
Para cualquiera que esté siguiendo las tendencias de ESG o los mercados de créditos de carbono, esto importa. Una postura más suave de la UE podría tener un efecto dominó en las finanzas climáticas globales, incluidos los proyectos de carbono tokenizados y las iniciativas de blockchain verde. Cuando las principales economías reducen sus compromisos, cambia todo el juego: flujos de inversión, marcos regulatorios, todo.
Vale la pena ver cómo se desarrolla esto en Brasil y más allá.