Venezuela se está convirtiendo en un laboratorio de criptomonedas en el mundo real. Las monedas estables ahora constituyen la mitad de toda la moneda dura que fluye hacia el país—sí, lo leíste bien. 50%. Los locales ni siquiera les llaman monedas estables ya. Solo dicen "dólares de intercambio" porque así es como acceden a ellas a través de las principales plataformas.

¿Por qué? La inflación de tres dígitos está devorando al bolívar. Cuando tu moneda nacional pierde valor más rápido de lo que puedes gastarlo, la gente encuentra alternativas. Y encontraron cripto.

Los números lo respaldan: $44.6 mil millones en valor de criptomonedas recibidas. Eso coloca a Venezuela en el cuarto lugar en América Latina por adopción de criptomonedas. No está mal para un país bajo fuertes sanciones y constante presión económica.

Aquí está el giro: incluso el gobierno se está adaptando. Los informes muestran que USDT se está utilizando para liquidaciones internacionales, incluidas transacciones con socios rusos. Cuando las vías bancarias tradicionales son cortadas, las monedas estables se convierten en el puente.

Esto no es una fantasía de un pitch deck de Silicon Valley. Son personas que usan cripto porque tienen que hacerlo, no porque esté de moda. Venezuela está demostrando que la adopción real ocurre cuando hay una necesidad genuina, no solo especulación.