Un fenómeno interesante: cada ronda de financiación de OpenAI parece inyectar un fuerte impulso a toda la zona tecnológica. El dinero entra y se transmite en capas: detrás de los inversores están gigantes como Microsoft y Nvidia, y los fondos circulan de manera "trampa" entre estas empresas.

Ahora parece que OpenAI es más un pilar clave que sostiene la valoración de las acciones tecnológicas en EE. UU. Financia, y las acciones tecnológicas tienen confianza; cuenta historias, y el mercado las acepta. En cierto sentido, su papel ya no es solo el de un unicornio de IA, sino más bien el de ese "caballero blanco" que da soporte a toda la zona.