Hablemos sobre la estrategia de manos de diamante, aunque en esta ocasión no logré mantenerla. No recomiendo que todos adopten ciegamente la estrategia de manos de diamante; si al final terminas en un desastre total, realmente podrías estar en peligro de perderlo todo. La premisa más importante de tener manos de diamante es:

Gestión de posición, gestión de posición, y más gestión de posición.

Algunas estrategias de entrada también son extremadamente agresivas, pero esas personas han hecho una buena gestión de sus posiciones. Por ejemplo, si tienes un total de 10 millones en activos en el mercado y estás muy confiado en una moneda, con una lógica sólida, puedes asignar 1-2 millones a esa moneda. Esto te permite soportar una caída muy grande; incluso si pierdes todo, solo sería un dolor momentáneo, no una pérdida catastrófica.

Pero si tú pones el 80% de tu dinero en una sola operación, incluso haciendo un "todo en uno" (all-in), ¿qué pasa si pierdes? ¿No tendrías que saltar por la ventana? Nadie puede ganar siempre; todos cometeremos errores y veremos mal en algún momento.

Si estás muy confiado en una moneda y piensas que seguramente subirá a 500 millones o incluso 1 billón, ¿realmente marca la diferencia entre tener un 2% o un 3% de tu capital invertido? Es decir, ganar 20 millones o 30 millones, no cambiará tu vida de manera significativa. Pero si te equivocas y la moneda cae a cero, entonces sí sería una catástrofe.

Las manos de diamante no son fáciles de mantener. Solo ves los casos en los que otros lograron tener éxito, pero no ves las monedas que mueren en el intento. Esas monedas mueren en su mayoría, porque en el mercado, la mayoría de las cosas son basura. Nosotros somos los buscadores de oro en medio de la porquería.