Hablemos de los contratos por diferencia (CFD), porque en cripto, donde los precios se mueven como si estuvieran poseídos, esto importa mucho.
La idea básica: apostar al precio, no al activo
Un CFD es básicamente un acuerdo entre dos partes sobre qué precio tendrá un activo en el futuro. Suena simple, pero es poderoso. Imagina que tienes 100 ETH y quieres venderlos, pero tardará 3 meses en cerrar el trato por papeleos. Mientras tanto, ETH cae un 30%. Ouch. Ahí entra el CFD: el comprador y tú acuerdan un precio hoy, y eso es lo que pagará cuando termine todo, sin importar si ETH subió o bajó.
En cripto es aún más importante
La volatilidad de las criptomonedas es bestial. Bitcoin puede caer 15% en una tarde. Con un CFD, ambas partes saben exactamente qué esperar. El vendedor duerme tranquilo sabiendo su precio, y el comprador sabe cuál es su máxima exposición.
El lado oscuro: aquí gana uno, pierde el otro
Esto es lo crucial que muchos no entienden: los CFD son un juego de suma cero.
Si el precio real cae cuando llega el momento de cerrar, el vendedor gana (recibió más de lo que valía), pero el comprador pierde dinero (pagó arriba del mercado).
Si el precio sube, el comprador gana (pagó barato), pero el vendedor se arrepiente (vendió barato).
Por eso los CFD conllevan riesgo serio. No es un seguro perfecto, es una apuesta donde una de las partes siempre come mierda si el mercado se mueve mucho en la dirección incorrecta.
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CFD en Cripto: El seguro que te protege (o te quema)
Hablemos de los contratos por diferencia (CFD), porque en cripto, donde los precios se mueven como si estuvieran poseídos, esto importa mucho.
La idea básica: apostar al precio, no al activo
Un CFD es básicamente un acuerdo entre dos partes sobre qué precio tendrá un activo en el futuro. Suena simple, pero es poderoso. Imagina que tienes 100 ETH y quieres venderlos, pero tardará 3 meses en cerrar el trato por papeleos. Mientras tanto, ETH cae un 30%. Ouch. Ahí entra el CFD: el comprador y tú acuerdan un precio hoy, y eso es lo que pagará cuando termine todo, sin importar si ETH subió o bajó.
En cripto es aún más importante
La volatilidad de las criptomonedas es bestial. Bitcoin puede caer 15% en una tarde. Con un CFD, ambas partes saben exactamente qué esperar. El vendedor duerme tranquilo sabiendo su precio, y el comprador sabe cuál es su máxima exposición.
El lado oscuro: aquí gana uno, pierde el otro
Esto es lo crucial que muchos no entienden: los CFD son un juego de suma cero.
Por eso los CFD conllevan riesgo serio. No es un seguro perfecto, es una apuesta donde una de las partes siempre come mierda si el mercado se mueve mucho en la dirección incorrecta.