Para países con cimientos económicos sólidos, impulsar la dolarización? Es como forzar una solución donde no hay problema. Esto genera fricciones, añade costos innecesarios y distorsiona los mercados locales. La cuestión es—si Estados Unidos quiere que el dólar siga siendo dominante, el plan es simple: arreglar lo que está mal en casa. Disciplina fiscal fuerte, política monetaria creíble y un crecimiento estable. Eso es lo que hace que una moneda sea irresistible, no estrategias agresivas de exportación. El dominio de la moneda no se construye con coerción; se gana a través de la resiliencia económica.