Los resultados de la reunión de accionistas han quedado claros: más de tres cuartas partes de los votos apoyan que el hombre de acero se lleve un paquete de incentivos de cerca de 900 mil millones de dólares. Este dinero no se obtiene simplemente acostado, hay que cumplir primero una serie de KPI que suenan aterradores: entregar 20 millones de vehículos, tener un millón de taxis autónomos circulando por las calles, vender la misma cantidad de robots humanoides y, de paso, llevar la valoración de la empresa a 85 mil millones de dólares.

Después de que se difundiera la noticia, el precio de las acciones saltó un poco en el after-hours, pero hoy, al abrir oficialmente el mercado, retrocedió 3.5 puntos. Sin embargo, el significado de esto no radica en esta pequeña fluctuación; para el mercado de capitales, esto es una inyección de energía para la narrativa a largo plazo. Especialmente combinado con el anuncio que acaban de hacer: la línea de producción de prueba en California ya está funcionando, y la tercera generación de la línea de producción comenzará en 2026, con un costo por unidad que podrá reducirse a menos de 20,000 dólares. Es probable que estos movimientos sobre la influencia del flujo de capital hacia los Bots y el concepto de AI apenas estén comenzando a fermentar.