La crisis del cierre del gobierno de Estados Unidos ha llegado a un punto y final temporal, y la liquidez del mercado está volviendo a la normalidad. La historia nos dice que, cuando hay mucho dinero, el capital siempre perseguirá la eficiencia. Y en este juego financiero global, XRP puede ser la carta más eficiente.

Aprovechando que todos están siendo guiados por varias noticias, Ripple en realidad ya ha construido silenciosamente un imperio financiero: Ripple Prime ha comenzado a hacer negocios de corretaje institucional, la stablecoin RLUSD ha obtenido todos los permisos regulatorios, se ha asociado con Mastercard para llevar los pagos a la cadena y la licencia bancaria está en camino—lo que significa que en el futuro se podrá movilizar Liquidez directamente.

Hablando con sinceridad, el 99% de los proyectos en el mundo de las criptomonedas todavía están haciendo promesas vacías, XRP ya ha completado la integración con bancos, empresas de tecnología financiera e incluso departamentos gubernamentales. Solo tarda 3 segundos en liquidar una transacción, las tarifas son tan bajas que casi se pueden ignorar, y opera en un marco que cumple con el estándar ISO20022, que es el nuevo lenguaje universal del sector bancario global.

Ahora la economía estadounidense se encuentra en un punto de inflexión: la flexibilización cuantitativa está a punto de comenzar, los ETF ya han sido aprobados y el marco regulatorio se está aclarando gradualmente. ¿Qué falta? Falta un activo intermedio que sea neutral, con suficiente Liquidez y capaz de realizar liquidaciones en tiempo real. Ese es precisamente el papel que debe desempeñar XRP.

Así que si tú también crees en esta lógica, no dudes en destinar una parte de tu dinero a XRP. ¿Quién sabe? Tal vez años después descubras que lo que posees es la infraestructura que impulsa la próxima generación del sistema financiero.