¿Quieres que tus hijos se conviertan en millonarios? Aquí está la verdad poco atractiva: no se trata de esperar hasta que sean adultos para comenzar a invertir.
Según el experto en educación financiera Ross Mac, el hábito que realmente marca la diferencia es empezar temprano y mantenerse constante. Su cálculo es simple: si inviertes $100/mes para tu hijo desde los 10 hasta los 30 años, el interés compuesto hace el trabajo pesado: alcanzan el estatus de millonario antes de la jubilación.
Pero aquí está el truco que la mayoría de los padres pasan por alto: los niños no absorberán la educación financiera de las conferencias. Mac lo desglosa en tres movimientos:
1. Hacer que el dinero hable normal — La mayoría de las familias tratan las finanzas como un tema tabú. Cambia ese guion. Habla abiertamente sobre cómo fluye el dinero, cómo se pagan las cuentas, cómo crecen los ahorros. Cuando los niños ven a sus padres manejar el dinero sin vergüenza — incluso admitiendo errores — dejan de ver la riqueza como algo misterioso o aterrador.
2. Hacer que la inversión sea tangible — Olvida los conceptos abstractos. Muestra a los niños acciones reales que conocen: Netflix, YouTube, Apple. Crea frascos etiquetados para “gastar”, “ahorrar”, “invertir”, “donar” para que literalmente vean cómo ocurre la capitalización. Conviértelo en un juego: empareja su contribución de ahorros $5 con la tuya para mostrar cómo se multiplica el dinero.
3. Deja de esperar a ser perfecto — Tu mayor error no es estar en quiebra o luchar financieramente. Es permanecer en silencio al respecto. Los niños absorben tu ansiedad financiera de todos modos; es mejor que aprendan las lecciones reales mientras tú estás allí para guiarlos.
¿La conclusión? No necesitas ser un gurú del dinero. Solo necesitas consistencia y honestidad. Comienza la conversación esta semana.
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Un movimiento simple: cómo los padres pueden preparar a los niños para una riqueza de un millón de Dólares
¿Quieres que tus hijos se conviertan en millonarios? Aquí está la verdad poco atractiva: no se trata de esperar hasta que sean adultos para comenzar a invertir.
Según el experto en educación financiera Ross Mac, el hábito que realmente marca la diferencia es empezar temprano y mantenerse constante. Su cálculo es simple: si inviertes $100/mes para tu hijo desde los 10 hasta los 30 años, el interés compuesto hace el trabajo pesado: alcanzan el estatus de millonario antes de la jubilación.
Pero aquí está el truco que la mayoría de los padres pasan por alto: los niños no absorberán la educación financiera de las conferencias. Mac lo desglosa en tres movimientos:
1. Hacer que el dinero hable normal — La mayoría de las familias tratan las finanzas como un tema tabú. Cambia ese guion. Habla abiertamente sobre cómo fluye el dinero, cómo se pagan las cuentas, cómo crecen los ahorros. Cuando los niños ven a sus padres manejar el dinero sin vergüenza — incluso admitiendo errores — dejan de ver la riqueza como algo misterioso o aterrador.
2. Hacer que la inversión sea tangible — Olvida los conceptos abstractos. Muestra a los niños acciones reales que conocen: Netflix, YouTube, Apple. Crea frascos etiquetados para “gastar”, “ahorrar”, “invertir”, “donar” para que literalmente vean cómo ocurre la capitalización. Conviértelo en un juego: empareja su contribución de ahorros $5 con la tuya para mostrar cómo se multiplica el dinero.
3. Deja de esperar a ser perfecto — Tu mayor error no es estar en quiebra o luchar financieramente. Es permanecer en silencio al respecto. Los niños absorben tu ansiedad financiera de todos modos; es mejor que aprendan las lecciones reales mientras tú estás allí para guiarlos.
¿La conclusión? No necesitas ser un gurú del dinero. Solo necesitas consistencia y honestidad. Comienza la conversación esta semana.