El Neuralink de Elon Musk acaba de alcanzar un hito: su primer paciente puede literalmente pensar en movimientos de ajedrez y hacer que existan. Noland Arbaugh, paralizado desde los hombros hacia abajo, tuvo un chip implantado en su cerebro y ahora controla su cursor solo con pensar en ello. Dice que se siente como La Fuerza.

Aquí está el truco: si quisieras que te lo instalaran ahora mismo, estarías mirando un costo de 10,500 dólares por el chip, la cirugía de implantación y el monitoreo. ¿Aseguradoras? Probablemente cobrarían más de 50,000 dólares cuando la comercialización esté en marcha. Y eso antes del precio de la atención posterior, las actualizaciones de componentes o complicaciones imprevistas que lo hagan aún más caro.

Qué hay dentro: un chip de computadora que se atornilla quirúrgicamente en tu cráneo, hilos diminutos que lo cosen a tu tejido cerebral, electrodos que leen las señales de tus neuronas, y todo el sistema que traduce tus pensamientos en movimientos del cursor. Se carga de forma inalámbrica. Sin cables externos colgando. Una vez instalado, puedes usarlo desde casa.

En resumen: puedes postularte para los próximos ensayos ahora, o estar atento a las empresas de neurotecnología competidoras. Pero la disponibilidad comercial real? Años de distancia. Es hora de empezar a acumular ese dinero.