¿Alguna vez te has preguntado por qué Zcash sigue esquivando la atención regulatoria? Aquí está la parte ingeniosa.

Los usuarios pueden elegir su veneno. ¿Quieres total transparencia? Usa transacciones regulares; los exchanges pueden rastrear cada movimiento, y los reguladores están contentos. ¿Necesitas privacidad? Cambia al modo protegido. Esa flexibilidad hace que ZEC sea sorprendentemente compatible para una moneda de privacidad.

Pero lo que realmente importa es esto: Zcash no es una dApp que se ejecuta sobre otra cadena. Es infraestructura de capa base. Sancionar infraestructura es mucho más complicado que bloquear una aplicación. Los gobiernos aprendieron esto de la manera difícil con TCP/IP—realmente no puedes prohibir los protocolos.

¿Y la Fundación Zcash? No están jugando a las escondidas. De hecho, están hablando con reguladores, financiando investigaciones que ayudan a los responsables políticos a entender la tecnología de privacidad. Ese enfoque proactivo genera credibilidad, algo que la mayoría de los proyectos de privacidad ni siquiera intentan conseguir.

Un diseño inteligente se combina con una política inteligente. Así es como sobrevives en este clima regulatorio.