Si has estado holdeando memecoins desde 2021, o eres millonario o estás atrapado con SHIB. Aquí tienes la dura verdad sobre cuáles realmente importan en 2024.
El rey indiscutible: DOGE
Dogecoin no solo sobrevivió al mercado bajista: se convirtió en el modelo a seguir. Mientras el 99% de las altcoins fueron destrozadas, DOGE mantuvo su legitimidad gracias al puro poder del meme y a los tuits ocasionales de Elon. Es la única memecoin que realmente cruzó al mundo de las finanzas tradicionales.
Los jugadores del ecosistema
SHIB intentó convertirse en el “asesino de Dogecoin” (spoiler: no lo consiguió, pero tampoco murió). La solución de capa 2 Shibarium y el DEX ShibaSwap le dieron utilidad real más allá de la broma. ¿Importa eso? El jurado sigue deliberando.
FLOKI aprovechó al máximo la máquina de hype de Elon: literalmente lleva el nombre de su perro. Giró hacia el metaverso y los NFT cuando el atractivo puramente meme empezó a desvanecerse. Estratégico, aunque un poco desesperado.
Los supervivientes
PEPE, BONK, KISHU: estos tres son básicamente los billetes de lotería del mundo de las memecoins. La explosión de PEPE en 2023 demostró que los memes aún pueden multiplicarse por 100 de la noche a la mañana. BONK aprovechó la energía del ecosistema de Solana. Son volátiles de narices, pero siguen cotizando, lo que los pone por delante del 90% de las monedas de 2021.
SAMO, HOGE, ELON (Dogelon Mars) completan la lista. Han encontrado sus nichos: SAMO en la comunidad de Solana, HOGE con su modelo deflacionario, ELON con la temática espacial. Ninguna recibe financiación de capital riesgo, pero tampoco están muertas.
Hablemos claro
Las memecoins no son inversiones: son momentos culturales. Las que han permanecido (DOGE, SHIB, PEPE, BONK) lo lograron porque conectaron con comunidades reales, no solo con olas de hype. Sus capitalizaciones se mantienen altas porque hay una base de creyentes dispuestos a aguantar.
La volatilidad es una característica, no un error. Si no puedes soportar caídas del 40%, no te acerques. ¿Operas según el sentimiento y la energía de la comunidad? Estas monedas todavía se mueven más fuerte que Bitcoin por las tendencias en redes sociales.
La lección de 2024: la supervivencia de una memecoin depende menos de la tecnología y más de la fuerza de su comunidad y relevancia cultural. DOGE nos enseñó esto. El resto solo sigue el guion.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
La jerarquía de las meme coins: ¿Qué perros realmente sobrevivieron al desplome?
Si has estado holdeando memecoins desde 2021, o eres millonario o estás atrapado con SHIB. Aquí tienes la dura verdad sobre cuáles realmente importan en 2024.
El rey indiscutible: DOGE
Dogecoin no solo sobrevivió al mercado bajista: se convirtió en el modelo a seguir. Mientras el 99% de las altcoins fueron destrozadas, DOGE mantuvo su legitimidad gracias al puro poder del meme y a los tuits ocasionales de Elon. Es la única memecoin que realmente cruzó al mundo de las finanzas tradicionales.
Los jugadores del ecosistema
SHIB intentó convertirse en el “asesino de Dogecoin” (spoiler: no lo consiguió, pero tampoco murió). La solución de capa 2 Shibarium y el DEX ShibaSwap le dieron utilidad real más allá de la broma. ¿Importa eso? El jurado sigue deliberando.
FLOKI aprovechó al máximo la máquina de hype de Elon: literalmente lleva el nombre de su perro. Giró hacia el metaverso y los NFT cuando el atractivo puramente meme empezó a desvanecerse. Estratégico, aunque un poco desesperado.
Los supervivientes
PEPE, BONK, KISHU: estos tres son básicamente los billetes de lotería del mundo de las memecoins. La explosión de PEPE en 2023 demostró que los memes aún pueden multiplicarse por 100 de la noche a la mañana. BONK aprovechó la energía del ecosistema de Solana. Son volátiles de narices, pero siguen cotizando, lo que los pone por delante del 90% de las monedas de 2021.
SAMO, HOGE, ELON (Dogelon Mars) completan la lista. Han encontrado sus nichos: SAMO en la comunidad de Solana, HOGE con su modelo deflacionario, ELON con la temática espacial. Ninguna recibe financiación de capital riesgo, pero tampoco están muertas.
Hablemos claro
Las memecoins no son inversiones: son momentos culturales. Las que han permanecido (DOGE, SHIB, PEPE, BONK) lo lograron porque conectaron con comunidades reales, no solo con olas de hype. Sus capitalizaciones se mantienen altas porque hay una base de creyentes dispuestos a aguantar.
La volatilidad es una característica, no un error. Si no puedes soportar caídas del 40%, no te acerques. ¿Operas según el sentimiento y la energía de la comunidad? Estas monedas todavía se mueven más fuerte que Bitcoin por las tendencias en redes sociales.
La lección de 2024: la supervivencia de una memecoin depende menos de la tecnología y más de la fuerza de su comunidad y relevancia cultural. DOGE nos enseñó esto. El resto solo sigue el guion.