Recientemente, mientras reflexionaba sobre la última oleada de hype de las meme coins, de repente se me ocurrió una idea: el poder del flujo de usuarios es brutal, pero ¿la inteligencia del flujo? Je, je.
Siguiendo este hilo y profundizando, cada vez me queda más claro algo: esa teoría tan repetida de “el fin de la historia” no es más que una tontería.
¿Recuerdas aquella teoría que propuso Fukuyama, el académico japonés-estadounidense? En cada ciclo, cuando llega a su fin, siempre hay un montón de gente que se va cabizbaja, murmurando “se han emitido demasiadas monedas”, “ya no hay espacio en la industria”, “no habrá nuevas oportunidades”.
Después de EE. UU. no hay más democracia. Después de BTC no hay más criptomonedas. Después de ETH no hay más blockchains de contratos inteligentes. Después de tal meme, no hay más meme coins.
Todo equivocado.
BTC no es el final, es el principio
BTC nunca ha sido el punto final de la historia de las criptomonedas; es un signo de exclamación, es la introducción.
Aquí hay una cuestión dialéctica que da mucho que pensar: ¿cómo se puede creer al mismo tiempo en la “unicidad de BTC” y en que “el mercado cripto siempre tendrá oportunidades”? Parecen contradictorias, pero en realidad son dos caras de la misma moneda.
Volvamos a la fiebre de emisión de monedas de 2017. En aquel entonces, pocas monedas y mucho dinero: el desequilibrio entre oferta y demanda generó una burbuja.
¿Y después? Producción masiva de ERC-20, el juego de los inscriptions, plataformas de lanzamiento con emisión sin barreras… La oferta de tokens se disparó; en un solo día pueden salir decenas de miles de nuevas monedas. En teoría, el mercado ya debería estar saturado, ¿no?
Pues no.
Justo cuando todos piensan que “ya no hay nada interesante”, siempre aparece alguien más ingenioso que inventa algo nuevo y crea la próxima leyenda de riqueza instantánea.
Lo escaso no es la moneda, es la oportunidad
La clave de todo esto es: lo escaso nunca ha sido la moneda en sí, sino la oportunidad de ganar dinero.
No importa cuántas monedas se emitan ni lo rápido que salgan, nunca bastará para saciar la avidez de los minoristas y del dinero caliente por la “escasez de hacerse rico”. El dinero caliente no persigue monedas, persigue esa ilusión de “esta vez puedo cambiar mi suerte”.
Mientras el dinero caliente siga persiguiendo, el mercado siempre tendrá espacio para incubar nuevas oportunidades. Y como la escasez de ganar dinero es eterna, la persecución del dinero caliente tampoco tiene fin.
Este juego es como un burro atado a una noria. El burro, con los ojos vendados, corre sin parar tras un haz de heno que nunca alcanza.
Nunca puedes decir que la noria que gira ahora el burro es la última.
La noria existe por el burro
El banquero que ve la esencia del juego y sabe crear el escenario siempre encontrará una oportunidad para diseñar una nueva noria y llevar allí al burro para que siga girando.
Mientras haya burros de generación en generación, las oportunidades para montar norias (crear escenarios) nunca terminarán.
La noria existe por el burro, no el burro por la noria.
Igual que existen los “grandes jugadores” porque hay inversores ingenuos que pueden ser explotados; no es porque existan los grandes jugadores que aparecen los ingenuos.
¿Por qué surgen nuevos juegos de norias uno tras otro? Porque los burros con los ojos vendados siguen corriendo sin descanso.
Cada nuevo juego se presentará como “esta vez es diferente”, la gran oportunidad para hacerse rico, la clave de la riqueza, y se promocionará por todas partes.
La dura verdad
Pero la realidad es cruel: el sueño de riqueza que persigue el dinero caliente termina, en la mayoría de los casos, en pérdidas y en quedarse a cero.
La vida del burro es finita, pero los juegos no tienen fin. ¡Empeñarse en alcanzar lo inalcanzable lleva al desastre! (para citar una antigua frase)
Al final, quienes realmente ganan mucho dinero siempre son tres tipos de actores:
El dueño de la noria
El banquero que monta el juego
La plataforma que vende sueños
Ésta es la lógica fundamental del mercado cripto. Tras BTC no es que ya no haya oportunidades, es que las oportunidades cambian de disfraz y la historia se repite. Si entiendes esto, comprenderás por qué esa “teoría del fin de la historia” siempre será un chiste.
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AllInAlice
· 12-12 03:18
嗯...又是这套"historia del fin"的论调,每轮 mercado alcista se puede escuchar una vez más
Tiene razón, lo que realmente falta nunca ha sido la oportunidad, sino esas personas que, habiendo sufrido grandes pérdidas, aún se engañan a sí mismas
La frase de "sabiduría de tráfico" es genial, toca la tecla correcta
Solo quiero preguntar, ¿qué pasa ahora con esas personas que gritan "ya no hay nuevas oportunidades"? ¿Ya se han rendido o vuelven a apostar todo otra vez?
BTC es como una introducción, esa comparación está bien, pero ¿cómo jugar después? Esa es la verdadera incógnita
En realidad, es una cuestión de mentalidad, algunos ven oportunidades, otros solo ven riesgos, ambos en el mismo mercado
Hablando de la saturación del mercado, he oído esa frase muchas veces, pero ¿qué pasa? Siempre hay nuevas formas de romper el estancamiento
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StableNomad
· 12-10 02:50
Sinceramente, la gente que dice que "el mercado está saturado" me recuerda a UST en mayo... dijeron lo mismo sobre las altcoins después del ‘17. Estadísticamente, en cada ciclo alguien declara que se acabó el juego. Todavía existen rendimientos ajustados al riesgo, solo tienes que buscar más allá de las opciones obvias.
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GweiTooHigh
· 12-10 02:50
Jajaja, ese discurso de "conclusión final" hay que escucharlo en cada mercado bajista, ya me han salido callos en los oídos de oírlo. De verdad, los que gritan "ya no hay más oportunidades", luego se lanzan all in en alguna nueva moneda, qué risa.
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La frase sobre la sabiduría del tráfico es brutal, es justo así, un montón de gente siguiendo la corriente y gritando consignas, sin pararse a pensar en lo que están haciendo.
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La teoría de Fukuyama está claramente desfasada, pero siendo sinceros, la mayoría no ve más allá de este ciclo, y en cada ronda tienen que ser "cazados" una vez más para aprender.
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BTC es el prólogo, estoy de acuerdo con esa idea, pero la pregunta es: ¿cuántos realmente han entendido esa lógica? La mayoría sigue apostando por la próxima meme coin.
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En vez de ponerse a debatir, mejor pregúntate: ¿crees realmente que habrá nuevas oportunidades, o solo estás apostando a las probabilidades?
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Decir tonterías es ciertamente decir tonterías, pero los que solo hablan nunca ganan dinero; en cambio, los que trabajan en silencio son los que realmente están posicionándose.
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En cada ciclo siempre hay quien predice el fin, y luego acaba llevándose un zasca. Esa es la magia de Web3, llena de incertidumbre.
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OptionWhisperer
· 12-10 02:50
¿La conclusión final de la historia? Oh, estoy cansado de oír esta retórica. Cada vez que hay una caída, alguien sale a cantar mal, se da la vuelta y recibe otra bofetada, y el ciclo continúa.
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SmartMoneyWallet
· 12-10 02:24
Los datos on-chain hablan: los minoristas siempre gritan que el mercado está saturado en cada ciclo, pero al final los tokens siguen pasando de mano en mano entre las ballenas; simplemente vosotros no lo veis.
En resumen, cada vez que resurge la teoría del fin de la historia, lo que ocurre en realidad es que el capital cambia de manos en silencio y la liquidez se redistribuye.
¿La fiebre de los meme coins? Eso no es más que el mercado probando nuevas capacidades narrativas; la lógica real de las operaciones nunca ha cambiado.
Intentar aplicar la teoría de Fukuyama al mundo cripto es en sí mismo una broma; la estructura del mercado está en constante evolución.
Deja de hablar sobre el "fin de la historia": ¿por qué siempre habrá nuevas oportunidades después de BTC?
Recientemente, mientras reflexionaba sobre la última oleada de hype de las meme coins, de repente se me ocurrió una idea: el poder del flujo de usuarios es brutal, pero ¿la inteligencia del flujo? Je, je.
Siguiendo este hilo y profundizando, cada vez me queda más claro algo: esa teoría tan repetida de “el fin de la historia” no es más que una tontería.
¿Recuerdas aquella teoría que propuso Fukuyama, el académico japonés-estadounidense? En cada ciclo, cuando llega a su fin, siempre hay un montón de gente que se va cabizbaja, murmurando “se han emitido demasiadas monedas”, “ya no hay espacio en la industria”, “no habrá nuevas oportunidades”.
Después de EE. UU. no hay más democracia.
Después de BTC no hay más criptomonedas.
Después de ETH no hay más blockchains de contratos inteligentes.
Después de tal meme, no hay más meme coins.
Todo equivocado.
BTC no es el final, es el principio
BTC nunca ha sido el punto final de la historia de las criptomonedas; es un signo de exclamación, es la introducción.
Aquí hay una cuestión dialéctica que da mucho que pensar: ¿cómo se puede creer al mismo tiempo en la “unicidad de BTC” y en que “el mercado cripto siempre tendrá oportunidades”? Parecen contradictorias, pero en realidad son dos caras de la misma moneda.
Volvamos a la fiebre de emisión de monedas de 2017. En aquel entonces, pocas monedas y mucho dinero: el desequilibrio entre oferta y demanda generó una burbuja.
¿Y después? Producción masiva de ERC-20, el juego de los inscriptions, plataformas de lanzamiento con emisión sin barreras… La oferta de tokens se disparó; en un solo día pueden salir decenas de miles de nuevas monedas. En teoría, el mercado ya debería estar saturado, ¿no?
Pues no.
Justo cuando todos piensan que “ya no hay nada interesante”, siempre aparece alguien más ingenioso que inventa algo nuevo y crea la próxima leyenda de riqueza instantánea.
Lo escaso no es la moneda, es la oportunidad
La clave de todo esto es: lo escaso nunca ha sido la moneda en sí, sino la oportunidad de ganar dinero.
No importa cuántas monedas se emitan ni lo rápido que salgan, nunca bastará para saciar la avidez de los minoristas y del dinero caliente por la “escasez de hacerse rico”. El dinero caliente no persigue monedas, persigue esa ilusión de “esta vez puedo cambiar mi suerte”.
Mientras el dinero caliente siga persiguiendo, el mercado siempre tendrá espacio para incubar nuevas oportunidades. Y como la escasez de ganar dinero es eterna, la persecución del dinero caliente tampoco tiene fin.
Este juego es como un burro atado a una noria. El burro, con los ojos vendados, corre sin parar tras un haz de heno que nunca alcanza.
Nunca puedes decir que la noria que gira ahora el burro es la última.
La noria existe por el burro
El banquero que ve la esencia del juego y sabe crear el escenario siempre encontrará una oportunidad para diseñar una nueva noria y llevar allí al burro para que siga girando.
Mientras haya burros de generación en generación, las oportunidades para montar norias (crear escenarios) nunca terminarán.
La noria existe por el burro, no el burro por la noria.
Igual que existen los “grandes jugadores” porque hay inversores ingenuos que pueden ser explotados; no es porque existan los grandes jugadores que aparecen los ingenuos.
¿Por qué surgen nuevos juegos de norias uno tras otro? Porque los burros con los ojos vendados siguen corriendo sin descanso.
Cada nuevo juego se presentará como “esta vez es diferente”, la gran oportunidad para hacerse rico, la clave de la riqueza, y se promocionará por todas partes.
La dura verdad
Pero la realidad es cruel: el sueño de riqueza que persigue el dinero caliente termina, en la mayoría de los casos, en pérdidas y en quedarse a cero.
La vida del burro es finita, pero los juegos no tienen fin. ¡Empeñarse en alcanzar lo inalcanzable lleva al desastre! (para citar una antigua frase)
Al final, quienes realmente ganan mucho dinero siempre son tres tipos de actores:
Ésta es la lógica fundamental del mercado cripto. Tras BTC no es que ya no haya oportunidades, es que las oportunidades cambian de disfraz y la historia se repite. Si entiendes esto, comprenderás por qué esa “teoría del fin de la historia” siempre será un chiste.