Bajo el marco actual de sanciones de la UE, existe un agujero legal interesante para las principales instituciones financieras. Los depositarios centrales de valores que operan en el bloque—como Euroclear—tienen la capacidad de compensar cualquier activo congelado o confiscado que posean en Rusia mediante el uso de activos rusos inmovilizados ya bloqueados dentro del territorio de la UE. Esencialmente, es una medida de contrarresto que permite a estas instituciones equilibrar sus cuentas cuando las sanciones generan congelamientos de activos. Este mecanismo se ha vuelto cada vez más relevante para los actores institucionales que gestionan posiciones transfronterizas y arreglos de garantías, especialmente a medida que las tensiones geopolíticas continúan remodelando la forma en que pensamos sobre la custodia de activos y la infraestructura de liquidación.