en medio de la fiebre de meme tokens, el mundo cripto ha comenzado una nueva ronda de debates: los umbrales para emisión de tokens ya han bajado a cero, surgen miles de nuevas monedas cada día, ¿qué oportunidades hay aún en el mercado? ¿vale la pena participar?
Esta duda en realidad no es nueva. Revisando la historia, se sabe que en cada ciclo siempre hay quien afirma “después de Bitcoin no habrá más criptomonedas”, “después de Ethereum no habrá más cadenas públicas”, “después de ciertos tokens, ya no habrá meme tokens”. La intención es: las oportunidades ya terminaron, el juego se debe acabar.
Pero la realidad siempre termina dándole en la cara.
Lo que realmente escasea nunca son los tokens
La ola de emisión de tokens en 2017, en esencia, fue un desequilibrio entre oferta restringida y liquidez abundante, esa desproporción generó oportunidades. Luego vinieron optimizaciones como la estandarización ERC-20, la fiebre por los inscripciones, plataformas para emisión sin umbral, etc., y la oferta de tokens pasó de limitada a una explosión. Por lógica, el mercado ya debería estar saturado.
¿Y qué pasó? Cuando apareció el concepto de meme token, en cambio, se desató una nueva ola de entusiasmo. ¿Por qué?
Porque lo que siempre escasea no es la cantidad de tokens, sino** la oportunidad de ganar dinero en sí misma**.
El dinero caliente en el mercado no busca un token específico, sino esa “oportunidad de lucro extremo y escaso”. Por muy numerosos que sean los tokens y por muy poco que valgan, mientras alguien pueda diseñar un marco narrativo completamente nuevo, una forma de participación innovadora, podrá volver a atraer el dinero caliente.
Un juego sin fin
Desde 2024, con la explosión de memes en Solana, pasando por la fiebre por inscripciones en nuevas cadenas públicas, hasta las olas de especulación en Layer2, cada nuevo foco de atención se presenta como la “última oportunidad para enriquecerse”.
Esto no es casualidad, sino una condición inherente al mercado.
Mientras exista dinero caliente, habrá quienes diseñen nuevas reglas, creen nuevas historias, y generen nuevas “escaseces”. Desde esta perspectiva, aumentar la cantidad de tokens carece de significado—porque lo que realmente busca el trader no es la escasez del token, sino** la escasez de oportunidades de ganar dinero**.
Y las oportunidades de ganar dinero son casi eternamente escasas. En el mercado solo unos pocos logran ganar, la mayoría acaba perdiendo. Esta transferencia de riqueza, en un juego de suma cero y ciclo constante, inevitablemente atraerá a más participantes.
¿Quién obtiene realmente las ganancias?
Una realidad cruda: en este ciclo infinito, los que realmente ganan dinero no son los traders que siguen la tendencia, sino aquellos
que controlan plataformas y canales de intercambio
que orquestan, crean historias y montan esquemas
que poseen ventajas informativas y poder de fijación de precios
Ellos son los verdaderos “dueños del molino”. Diseñan las reglas del juego, controlan la narrativa, y siempre logran beneficiarse de cada nueva ronda.
En contraste, los traders minoristas y el dinero caliente que persiguen cada nuevo foco, son más bien participantes impulsados por un deseo eterno—soñando con enriquecerse en la próxima ola, pero terminando en pérdidas totales.
La historia no termina, y nunca terminará
Por eso, cuando alguien pregunta “¿ya no hay oportunidades?”, desde la microestructura del mercado, en realidad siempre surgirán nuevas oportunidades. Pero la esencia de esas “oportunidades” es un juego eterno entre los que tramitan y los que asumen riesgos.
Los tokens seguirán multiplicándose, los conceptos serán cada vez más innovadores, las historias más absurdas. El dinero caliente continuará persiguiendo, las plataformas seguirán drenando, los esquemas seguirán creando sueños.
Este juego no tiene fin. Solo los participantes eventualmente entenderán la realidad: la verdadera escasez siempre ha sido ganar dinero en sí mismo. Y esas cosas que se empaquetan como oportunidades escasas, en realidad solo son pretextos para la transferencia de riqueza.
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MEVEye
· hace17h
En resumen, las personas que saben jugar nunca se quedan sin oportunidades, los novatos solo gritan todos los días que no hay oportunidades.
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CoconutWaterBoy
· hace17h
Otra vez esa idea de que las "oportunidades se acabaron", llevo tres años escuchando estas palabras jajaja
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LiquidityNinja
· hace17h
Estoy agotado, otra vez con esta misma excusa. Siempre dicen que no hay oportunidad, y al siguiente segundo surge algo nuevo que se vuelve popular.
Lo que realmente falta no son las monedas, sino esa chispa de apuesta y olfato, la mayoría de la gente simplemente no la tiene.
¿Miles de nuevas monedas al día? Suena aterrador, pero ¿cuántas logran sobrevivir más de una semana...?
En la fiebre del oro, los que realmente ganan dinero son los que venden las palas, y todavía nadie ha entendido esa lógica.
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WhaleMistaker
· hace17h
Una y otra vez dicen que no hay oportunidad, así gritan en cada ciclo, ¿y el resultado? La bofetada en la cara en vivo
Se han dejado engañar por la liquidez y la comunidad, realmente piensan que mientras más monedas haya, más saturado está
De entre miles de nuevas monedas, las que logran sobrevivir son contadas, esa sí que es verdadera escasez
Hablando de regreso, todavía hay que ver quién está impulsando desde detrás, no todos los memes pueden despegar
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AirdropHunterZhang
· hace17h
¡Vaya, otra vez con ese discurso! Siempre dicen que no hay oportunidad, y resulta que todavía estoy haciendo ganancias gratis en las plataformas de trading, el secreto está en hacer dinero en silencio.
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BearMarketSunriser
· hace17h
Tío, siempre dices que no hay oportunidad y luego vuelve otra ola. He visto este guion demasiadas veces.
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GasFeeCry
· hace18h
Vuelve la misma argumentación de "ya no hay oportunidad", decirlo en cada ronda, ¿y qué pasa al final? Solo recibe una bofetada en la cara.
La era del auge de los tokens, ¿por qué surgen constantemente nuevas oportunidades?
en medio de la fiebre de meme tokens, el mundo cripto ha comenzado una nueva ronda de debates: los umbrales para emisión de tokens ya han bajado a cero, surgen miles de nuevas monedas cada día, ¿qué oportunidades hay aún en el mercado? ¿vale la pena participar?
Esta duda en realidad no es nueva. Revisando la historia, se sabe que en cada ciclo siempre hay quien afirma “después de Bitcoin no habrá más criptomonedas”, “después de Ethereum no habrá más cadenas públicas”, “después de ciertos tokens, ya no habrá meme tokens”. La intención es: las oportunidades ya terminaron, el juego se debe acabar.
Pero la realidad siempre termina dándole en la cara.
Lo que realmente escasea nunca son los tokens
La ola de emisión de tokens en 2017, en esencia, fue un desequilibrio entre oferta restringida y liquidez abundante, esa desproporción generó oportunidades. Luego vinieron optimizaciones como la estandarización ERC-20, la fiebre por los inscripciones, plataformas para emisión sin umbral, etc., y la oferta de tokens pasó de limitada a una explosión. Por lógica, el mercado ya debería estar saturado.
¿Y qué pasó? Cuando apareció el concepto de meme token, en cambio, se desató una nueva ola de entusiasmo. ¿Por qué?
Porque lo que siempre escasea no es la cantidad de tokens, sino** la oportunidad de ganar dinero en sí misma**.
El dinero caliente en el mercado no busca un token específico, sino esa “oportunidad de lucro extremo y escaso”. Por muy numerosos que sean los tokens y por muy poco que valgan, mientras alguien pueda diseñar un marco narrativo completamente nuevo, una forma de participación innovadora, podrá volver a atraer el dinero caliente.
Un juego sin fin
Desde 2024, con la explosión de memes en Solana, pasando por la fiebre por inscripciones en nuevas cadenas públicas, hasta las olas de especulación en Layer2, cada nuevo foco de atención se presenta como la “última oportunidad para enriquecerse”.
Esto no es casualidad, sino una condición inherente al mercado.
Mientras exista dinero caliente, habrá quienes diseñen nuevas reglas, creen nuevas historias, y generen nuevas “escaseces”. Desde esta perspectiva, aumentar la cantidad de tokens carece de significado—porque lo que realmente busca el trader no es la escasez del token, sino** la escasez de oportunidades de ganar dinero**.
Y las oportunidades de ganar dinero son casi eternamente escasas. En el mercado solo unos pocos logran ganar, la mayoría acaba perdiendo. Esta transferencia de riqueza, en un juego de suma cero y ciclo constante, inevitablemente atraerá a más participantes.
¿Quién obtiene realmente las ganancias?
Una realidad cruda: en este ciclo infinito, los que realmente ganan dinero no son los traders que siguen la tendencia, sino aquellos
Ellos son los verdaderos “dueños del molino”. Diseñan las reglas del juego, controlan la narrativa, y siempre logran beneficiarse de cada nueva ronda.
En contraste, los traders minoristas y el dinero caliente que persiguen cada nuevo foco, son más bien participantes impulsados por un deseo eterno—soñando con enriquecerse en la próxima ola, pero terminando en pérdidas totales.
La historia no termina, y nunca terminará
Por eso, cuando alguien pregunta “¿ya no hay oportunidades?”, desde la microestructura del mercado, en realidad siempre surgirán nuevas oportunidades. Pero la esencia de esas “oportunidades” es un juego eterno entre los que tramitan y los que asumen riesgos.
Los tokens seguirán multiplicándose, los conceptos serán cada vez más innovadores, las historias más absurdas. El dinero caliente continuará persiguiendo, las plataformas seguirán drenando, los esquemas seguirán creando sueños.
Este juego no tiene fin. Solo los participantes eventualmente entenderán la realidad: la verdadera escasez siempre ha sido ganar dinero en sí mismo. Y esas cosas que se empaquetan como oportunidades escasas, en realidad solo son pretextos para la transferencia de riqueza.