La Reserva Federal movió los tipos, pero Bitcoin no subió mucho. La bajada de 25 puntos básicos ya ha sido prácticamente digerida por el mercado, y cuando se anunció oficialmente, el precio incluso bajó. Muchos aprovecharon esta oportunidad para vender, especialmente los nuevos inversores que entraron a través de ETF de contado, que experimentaron por primera vez un mercado bajista y quedaron algo desorientados, viendo que no podía subir y cerraron sus posiciones rápidamente con ganancias o pérdidas.

El analista del sector, Terpin, planteó un punto de vista interesante: en la mayor parte de la historia, Bitcoin en realidad no tiene mucho que ver con el mercado de acciones. La reciente mayor correlación se debe principalmente a que en los últimos dos años la liquidez fue excesivamente abundante, haciendo que su comportamiento se asemejara mucho al de las acciones tecnológicas.

El problema clave en realidad radica en las diferencias de ciclo. Bitcoin sigue un ciclo relativamente estable de cuatro años, pero el mercado de acciones suele tener ciclos largos de aproximadamente diez años. La diferencia en los ritmos hace que su comportamiento no esté sincronizado. Además, ahora el mercado empieza a anticipar una desaceleración económica y todavía está preocupado por posibles repuntes de la inflación en 2026, lo que ha vuelto a los inversores más conservadores. Nadie quiere arriesgar en activos con alta volatilidad. Por eso, la bajada de tipos, en lugar de ser una señal de estímulo, se ha convertido en una señal de huida.