El trading es la forma más elevada de práctica espiritual, requiere la inversión de dinero, emociones y la reestructuración de la cognición. A través de la disciplina, el desapego y la unión con el mercado, los traders perciben la avaricia y el miedo, forjando la calma y la capacidad de acción, para finalmente trascender el yo y alcanzar una comprensión más allá de la riqueza.
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