Abrir el mercado sin haber hecho un repaso previo, es como operar a ciegas.

Mi rutina matutina fija no es revisar los precios, sino analizar las clasificaciones de subidas y bajadas de las últimas dos semanas—atrapar esas monedas cuyo volumen de negociación de repente se dispara y cuyo precio sube en línea recta. Los activos tranquilos, por muy interesantes que sean sus narrativas, los ignoro. Solo cuando hay fondos que se están moviendo, el mercado empieza a tener olas, y las oportunidades de ganar dinero aparecen escondidas.

Cómo se mueve el mercado, no hay que adivinarlo a ciegas.

Mirando el ciclo completo en el gráfico mensual, esa es la verdadera referencia. Los movimientos en el gráfico diario, con sus subidas y bajadas, son solo señales de interferencia. La tendencia realmente valiosa hay que verla con un enfoque a largo plazo. Cuando el MACD mensual cruza al alza, es como encender el motor, el mercado en un ciclo mayor está a punto de arrancar. Seguir esa tendencia no es apostar, es aprovechar la fuerza. La última confirmación de señal en el nivel mensual fue el mes pasado (consultar la tendencia mensual de abril de 2024), y quienes la entendieron, ahora deberían estar cómodamente en la tendencia.

Para escoger el punto de entrada, las dos líneas clave son la media móvil de 60 días y otra más.

Una vez confirmada la dirección general, ¿cómo entrar en concreto? Esperar. Esperar a que el precio vuelva a tocar la media de 60 días y, al mismo tiempo, el volumen se incremente. Solo entonces, actuar. ¿Por qué? Porque el costo es bajo, el soporte es sólido, y uno puede dormir tranquilo después de entrar. ¿Y si la línea se rompe? Cortar inmediatamente, sin explicaciones ni dudas, las reglas son reglas, y vivir es lo más importante.

Lo que más pone a prueba en el trading, en realidad, es salir.

Mi regla es simple y contundente: si la ganancia en la cuenta alcanza el 30%, vender la mitad para asegurar beneficios; si llega al 50%, vender la otra mitad. La posición restante se deja que el mercado la mueva con el dinero que ha generado, y la mentalidad cambia por completo. Solo así se puede mantener una gran tendencia.

Siempre hay quien dice que esta lógica es demasiado mecánica, demasiado aburrida.

Pero después de tantos años, la historia se repite: los que operan solo con intuición, acaban pagando la escuela al mercado; los traders con un sistema, en cambio, viven bastante bien. Cada regla lleva en sí una lección de oro. Solo ganes oportunidades que entiendas, mantén tus límites, y el mercado no te castigará demasiado.

El mercado cambia todos los días, pero esta lógica es la que más tiempo ha durado. Si estás cansado de la rutina de comprar en alza y vender en baja, y quieres algo más estable, prueba a cambiar de enfoque.